El briefing era totalmente libre, de tal manera que elegí un tema que realmente pudiese disfrutar; de ahí que surgiera la hora del vermut como punto de partida.

Tras diversas asociaciones de ideas respecto al tema me interesó el concepto del vermut como ritual social, pero quería explorar más allá. Planteé la distopía de una religión que venera al vermut como su dios – de ritual social a ritual religioso. 

Santo Vermut es el resultado de esta idea y se materializa en forma de Biblia, haciendo alusión a la religión cristiana. Aunque cabe decir que no se trata de una Biblia como tal. Es una caja que, a primera vista, puede parecer un libro; dentro de la cual se encuentra un librito con la explicación de esta nueva religión y, por supuesto, una botella de vermut.

Como cualquier otra, esta nueva religión tiene sus propias pregarias, sus 10 mandamientos, un cielo y un infierno, sus sacerdotes, lugares sagrados y su día sagrado, todo explicado en un pequeño libro.